Dying Light te pone en la piel de Kyle Crane, un agente enviado a la ciudad de Harran, en Oriente Medio, donde una infección desconocida está desencadenando un comportamiento agresivo y caníbal en sus víctimas y convirtiéndolas en monstruos con hambre de carne. Tu objetivo: infiltrarte en la zona de cuarentena y localizar a Kadir Suleimán, un oficial militar de alto rango que ha desaparecido. Sin embargo, la misión se pone fea desde el principio, y pronto te verás envuelto en una lucha desesperada por la supervivencia.